
Este es el Quinto y último de la serie "LAS DIVERSIDADES DEL ESPIRITU SANTO". Hay muchos dones y carismas, todos fruto de la gracia de Dios, obra del Espíritu Santo.San Pablo hace cuatro listas de carismas: 1 Cor. 12,8-10; 1 Cor. 12, 28-30 Rom 12, 6-8 y Ef 4, 11. Las listas contienen un total de 20 carismas diferentes. Hay muchos más. Unos son dones que capacitan para ejercer ciertos oficios, otros son extraordinarios. Pero todos son fruto de la gracia, es decir, de la obra del Espíritu Santo. Estos son:
APOSTOL: Del latín, apostolus; griego, apóstolos, uno que es enviado. Es un mensajero autorizado para representar a quien lo envía.
PROFETA: Proviene del lenguaje religioso y se refiere a una persona que sirve como intermediario entre la humanidad y la divinidad. Un profeta, es alguien que sostiene haber tenido una experiencia personal con Dios o con seres sobrenaturales, recibiendo de él/ellos la misión de comunicar sus revelaciones, hablando en su nombre a los seres humanos. Posee cualidades de intercesor por el pueblo, delante de Dios y de mensajero de su palabra.
DOCTOR: Doctor de la Iglesia, es el título que la Iglesia (el Papa o un Concilio Ecuménico) otorga oficialmente a ciertos santos, para reconocerlos como eminentes maestros de la fe, para los fieles de todos los tiempos. Los doctores de la Iglesia, han ejercido una influencia especial sobre el desarrollo del cristianismo, sentando las bases de la doctrina sucesiva.
EVANGETISTA: El evangelista, se relaciona a la persona que posee un carisma especial, para predicar el Evangelio. Se distinguen de los apóstoles y profetas: "Él es el que hizo los Apóstoles, los otros profetas, los pastores y maestros, para equipar a los santos para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo (Efesios 4:11-12)". El término evangelista fue cambiando desde el siglo III. Proveniente de los cuatro Evangelios. Y desde entonces, el título quedó en la tradición cristiana.
EXHORTADOR: Es aquel que puede persuadir y motivar a otros a hacer lo correcto. Podríamos decir, que se puede persuadir a los descarriados para que sigan al Señor, al extraviado al ser restaurado, a los fieles a ser aún más diligentes, a los enojados entre sí a reconciliarse. Animar a los desanimados, fortalecer a los débiles y encaminar a los nuevos convertidos. Vemos la capacidad de Bernabé como un exhortador en su trabajo con Saulo. Hechos 9:26,27.
PALABRA DE SABIDURIA: Nos otorga ciertos hechos e información por vía de la revelación divina, provista por el Espíritu Santo. Tal información, era previamente desconocida para la persona y el conocimiento; no pudo haber sido recibido por ningún medio natural. Es impartido sobrenaturalmente.
PALABRA DE CIENCIA: Es una manifestación del Espíritu Santo en nosotros, para el bien de nuestros hermanos. Revela una acción de Dios que ya está siendo realizada, como por ejemplo, una sanación, la transformación de una situación o mentalidad por Dios, con el fin de convertir el alma. Es siempre una obra que Dios está haciendo, una obra que Dios acaba de hacer, pero donde necesita la colaboración humana.
DISCERNIMIENTO DE ESPIRITUS: Se relaciona con el acto de diferenciar o juzgar acertadamente los espíritus o juzgar por la evidencia, si es que son malvados, o de Dios. El discernimiento de espíritus tiene que ver con juzgar correctamente lo que es del Espíritu de Dios y lo que proviene de otros espíritus.
HABLAR EN LENGUAS: El Apóstol Pablo, en su primera carta a los Corintios, explicó que el don de lenguas servía de "señal a los incrédulos", es decir, para los que no eran cristianos. Entonces, el don de lenguas, al igual que otros dones milagrosos, era una prueba de que el recién fundado cristianismo, contaba con el respaldo divino. La segunda función del don de lenguas, era difundir el mensaje cristiano en tiempo rápido, ya que los evangelizadores hablarían con fluidez, idiomas que nunca habían aprendido.
EL DON DE INTERPRETARLAS: La interpretación, no la realiza la mente del intérprete, sino la mente de Dios. La interpretación, es una manifestación tan sobrenatural como la expresión en lenguas; ambas son dadas por el Espíritu.
EL CARISMA DE LA LIMOSNA: La limosna, es dinero que se da a los necesitados a cambio de nada. Esta se manda con frecuencia en la Sagrada Escritura: A los judíos, se les previno con especialidad que asistiesen a los pobres, a las viudas, a los huérfanos y a los extranjeros. Eclesiástico, cap. 4, v. 1
EL CARISMA DE HOSPITALIDAD: El Carisma de la Hospitalidad, son actitudes de entrega, en donde anuncia y se hace presente el Reino de Dios entre los pobres y enfermos, manifestando el amor especial del padre para con los más débiles, a quienes tratamos de salvar al estilo de Jesús.
EL DON DE ASISTENCIA: Es un carisma conectado con el servicio a los pobres y los enfermos, llevados a cabo por los diáconos y diaconisas (Hec. 6:1). El plural se usa para notar las muchas formas asumidas por este ministerio.
EL DON DE LA FE: Este don, nos hace creer ciegamente en Dios. En ella tenemos la certeza de lo que no podemos ver, fortaleciéndonos a través del Espíritu Santo que Dios derrama en nosotros. Por la fe creemos que las etapas de la creación, fueron dispuestas por la palabra de Dios y entendemos que el mundo visible tiene su origen en lo que no aparece. (Heb 11; 3)
LAS GRACIAS DE CURACIONES: Las curaciones, son resaltadas por San Pablo entre otros milagros; ya que eran las más frecuentes y las más llamativas. Gran número de enfermedades eran curadas utilizando variedades de métodos para sanar, por ejemplo, pronunciando el nombre de Jesús (Hec. 3:6), imponiendo manos, ungiendo con aceite con el signo de la cruz.
EL PODER DE MILAGROS: Es el poder dado por Dios, para realizar hechos fuera del poder de los hombres. Bajo este carisma, se comprenden muchos signos mencionados por Marcos (Mc. 16:17-18): "en mi nombre expulsarán demonios, hablarán en lenguas nuevas, agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien".
EL CARISMA DE PASTOR: Ser pastor, es un carisma concedido por el Espíritu Santo y no se le da indistintamente a todos". El carisma, puede preceder y fundamentar un envío, pero el ministerio y el envío quedan sostenidos por los carismas necesarios dados en ese momento para asegurar con eficacia ese ministerio.
EL CARISMA DEL QUE PRESIDE: Es el acto de coordinar o dirigir y comprobar la correcta ejecución del servicio de adoración. El que preside el servicio, debe de invitar a la congregación a: cerrar sus ojos, levantar las manos y a adorar al Señor. Este, se tiene que percatar de que en algún momento, la congregación está desconcentrada en caso de que sea una adoración o predica y puede hacer una oración especial, para que el pueblo reciba sensibilidad para adorar a Dios. La Biblia, nos alienta a buscar la guía del Espíritu Santo en todo lo que piensa hacer. En el momento en que la persona está delante de la asamblea, se convierte en un líder sin tomar en cuente el periodo o la duración.
LOS DONES DE MINISTERIO: El don del ministerio, es un gran regalo necesario para el desarrollo del cuerpo de Cristo. Es un servicio amoroso. Algunos creyentes tienen este don espiritual, aunque estamos todos llamados a ser siervos de Dios. Tanto los dones del ministerio como la ayuda guardan similitud, pero a la vez son dones distintos. La persona se entrega y da lo mejor de sí, para servicio de los demás.
LOS DONES DE GOBIERNO: Es un carisma conectado a todos los grados de la jerarquía, con los Apóstoles y sus sucesores, los obispos y sacerdotes, con maestros y diáconos, y administradores. San Gregorio, llama al gobierno de almas: “El arte de las artes”. Si es así siempre, debemos esperar hallarla, dotada de asistencia Divina especial cuando la naciente Iglesia luchaba contra todos los poderes de judíos y gentiles.
El Espíritu Santo, nos capacita para emprender nuestro caminar, en un mundo lleno de vicisitudes, pero con la confianza de que Él nos sostiene. Es allí, en donde nos convertimos en Adoradores y Siervos inútiles que trabajan para rescatar almas, que le sigan en Espíritu y en verdad.
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